10:07 | Autor Iglesia Hogar

17 de diciembre

Cada cual tiene su historia

N

ormalmente, cuando un pueblo escribe su historia oficial muestra siempre su pasado glorioso, sus héroes y sus hazañas dignas de ser admiradas.

C

uando miramos nuestra propia historia, los puntos oscuros tratamos de pasarlos de largo, son como una mancha que nos avergüenzan y que tratamos que no se descubran. . .

Cuando se da a conocer la historia oficial de su pueblo no lo hace presentando una letanía de santos, ni esconde nada de sus antepasados,

· famosos y desconocidos

· pecadores y santos

· homicidas y buscadores de paz a costa de su vida

· idólatras y religiosos sin vuelta

· mercenarios y hombres leales de cabo a rabo

· prostitutas, madres con una entereza humana fuera de lo común y vírgenes fieles

Dios es siempre desconcertante…

Sus pensamientos no son los nuestros.

Dios

cuenta con todos y sin excluir a nadie ni nada va construyendo la historia de la salvación, en y desde la vida real

¡Nada de cuentos de hadas!

El Mesías esperado se ha encarnado plenamente en la historia humana, se ha arraigado en un pueblo concreto.

El Hijo de Dios se ha hecho solidario de esta humanidad concreta, débil y pecadora, no ideal y angélica. No es como un extraterrestre o un ángel que cae del cielo. Pertenece con pleno derecho, porque así lo ha querido, a la familia humana.

El Verbo eterno de Padre será hijo del pueblo hasta tal punto de nacer en un pesebre, de trabajar como uno de tantos y de ponerse en fila entre los que reciben el bautismo de Juan en el Jordán.

Jesús

no renegó de su árbol genealógico porque en él se encontraban personas impresentables. Su pasado es la historia de su «Adviento».

La historia la vamos haciendo personas débiles y pecadoras.

La Navidad la celebramos personas débiles y pecadoras.

La historia se hace historia de Salvación cuando nos aceptamos como personas débiles y pecadoras que necesitan del Dios de la vida para que nos salve.

· No importan nuestros orígenes

· no importa nuestra historia un poco oscura

· No importa nuestro pasado manchado por el pecado.

Dios quiere concedernos su gracia a nosotros y a tantos otros que no somos un modelo de santidad. A partir de nuestra situación, sea cual sea, nos quiere llenar de su vida y renovarnos como hijos suyos.

Cuando Dios quiere hacer su voluntad, nada ni nadie se opone a su querer. Él guía nuestros pasos, si somos dóciles a lo que su Espíritu nos inspira.

Navidad es una nueva oportunidad a que miremos a todos con ojos nuevos. Nadie es incapaz de salvación. Jesús viene salvar a los pecadores, y no a canonizar a los buenos.

Esto es para nosotros

motivo de confianza

invitación a la aceptación de los otros

valoración de cada hermano ante la gracia salvadora de Dios.

¿Estoy convencido de este inverosímil amor gratuito y salvífico que Dios nos tiene?

¿Renegamos de nuestro pasado y no queremos descubrir las acciones de Dios en nuestra vida?

¿Creemos que todo es obra de nuestro esfuerzo, de nuestro bien hacer y de nuestra lucha constante?


¡ESPERAMOS CON MARIA!

La que conocía las promesas desde antiguo, se convierte en la Madre del Esperado.

¡María de la esperanza! Enséñanos a esperar

¡María de la esperanza! Ayúdanos a renacer a la fe

¡Maria de la esperanza! Indícanos cómo acunar a Dios en nuestro corazón

¡María de la esperanza! Llévanos a centrarnos en Jesús

¡María de la esperanza! Empújanos a ser portadores del amor de Dios

¿Qué haces ahí, María, postrada y recogida en Ti misma? Estoy esperando a que se cumpla lo prometido desde antiguo.

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1 comentarios:

On 13 de noviembre de 2018, 0:56 , Unknown dijo...

Sabuk Ayam