10:03 | Autor Iglesia Hogar

23 de diciembre

Escuchar en el silencio

E

l nacimiento de un niño representa una esperanza a largo plazo, concreta y real. Junto a la esperanza se encuentra inevitablemente la incertidumbre.

A

nte una vida que comienza se abre un interrogante. "¿Qué llegará a ser este niño? ¿Qué será esta niña?". Si bien Dios tiene un designio para cada uno, que tenemos que discernir, respetar y cuidar; tendrá todas las posibilidades y todos los riesgos que brotan de la libertad.

E

l misterio "se cierne" sobre toda cuna.¿Será santo? ¿Será un grande? ¿Será criminal?¿marcará la historia del mundo con un signo imborrable o se quedará a mitad de camino?

¿Qué va a ser este niño?

El Señor es consecuente en sus ideas y prepara sus intervenciones con mucha anterioridad.

Dios habla así: "He aquí que yo envío a mi mensajero a allanar el camino delante de mí".Malaquias 3, 1

El profeta anuncia el envío de un mensajero que prepare el camino del mismo Señor.

Será un tiempo

· de gracia

· de juicio

· de purificación

· de conversión.

¿Qué va a ser este niño?

Dios

ha querido este nacimiento porque tiene un proyecto sobre este niño. La duda de Zacarías, su padre, lo llevó al silencio.

La incredulidad

o Nos disminuye.

o Nos cierra puertas.

o Nos vuelve extraños.

o Nos aísla.

“Inmediatamente, a Zacarías, se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios”

Lc 1,57-66

¿Qué va a ser este niño?

E

l nacimiento de Juan Bautista anunciará otro nacimiento.

E

s Dios el que viene! ¡Dios! ¡El gran Dios del universo!

¿Qué va a ser este niño?

Ante

el anuncio de su nacimiento su padre perdió el habla. La "mudez" de Zacarías fue consecuencia de su incredulidad ante el proyecto de Dios. Isabel concibió a Juan en su seno, mientras Zacarías, en silencio, recobró la fe y confianza en Dios. Contempla la promesa cumplida de Dios y puede hablar. Ya está en sintonía con el plan de Dios.

¿Qué va a ser este niño?

Para

un judío, el nombre es todo un símbolo: significa la función. Según la tradición el primogénito debía llevar el nombre de su padre. La madre intervino diciendo: "¡se va a llamar Juan!

Juan significa «gracia de Dios», «favor de Dios», «misericordia de Dios».

¿Qué va a ser este niño?

El

padre pidió una tablilla y escribió: "Su nombre es Juan", y todos quedaron sorprendidos. En el acto se le soltó la lengua y empezó a hablar bendiciendo a Dios"

En torno al nacimiento de Juan se respira aire de asombro y de alegría, porque que "la mano de Dios estaba con él".

Adviento:

“la mano del Señor está con nosotros”

Dios quiere engendrar en cada uno de nosotros a un hombre nuevo.

Dios nos invita a interpretar su obra "lo que está haciendo hoy"

a través de los acontecimientos, las situaciones, las personas.

Dios nos quiere cooperado en su acción

conscientes de nuestra pequeñez, pero más

aún de que su “mano” nos sostiene.

Dios nos invita al silencio

profundo para poder aceptar

su querer en nuestra vida y en

el mundo.

Que

su mano se pose sobre nuestra cabeza.

La mano inmensa de Dios, la mano blanda (S J de la Cruz).

Ayúdanos, Señor, una vez más

A romper el ruido del mundo con tu silencio.

A reconocernos tus instrumentos para cumplir nuestra vocación y misión.

A que la Palabra se pronuncie sobre nosotros como palabra creadora y santificadora.

A que esa Palabra tome cuerpo en nosotros, de tal forma que podamos proclamarla,

desde nuestra experiencia personal de tu presencia.

Pero Juan sale del vientre de su madre y por él Cristo fue anunciado a todo el mundo. Éste era el Verbo, desde el principio, antes que existiera el mundo; aquel fue la voz que precede al Verbo. El Verbo nace del pensamiento, la voz sale del silencio. San Agustín

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